BREVE BIOGRAFÍA SOBRE LA VIDA DEL CORONEL JUAN DEL CARMEN.
Tlacoachistlahuaca, en amuzgo Sei’chue, es una población mexicana de nuestro estado de Guerrero, ubicada en la Costa Chica de la entidad. Su fundación como cabecera municipal según el cronista Jaime López Jiménez, se llevó acabo “el 9 de marzo de 1872, dato que hace constar el decreto numero 22 expedido por el gobernador Gral. Francisco O. Arce. Periódico oficial no. 5.”
Tlacoachistlahuaca, tierra de valores cívicos y morales, pero sobre todo humanistas, resaltando así el gran orgullo que tienen de pertenecer a este poblado. Orgullosos de sus tradiciones, de su cultura, de su lengua e indumentaria, es posible verlos portar cada uno de los elementos antes mencionados a diario en sus calles, al momento de comerciar, ir a trabajar o simplemente socializar.
Hay muchas cosas bellas, interesantes y curiosas que aprender de Tlacoachistlahuaca, pero no será en este escrito en el que lo desarrollemos de manera protagónica, en esta ocasión hablaremos de un personaje en particular, uno que por su valerosa participación sacó del anonimato en la lucha por la independencia a este municipio.
Según nos narra el profesor Amado González Dávila, en su obra “Monografía de Tlacoachistlahuaca”:
Tlacoachistlahuaca, antes de ser municipio, sus hombres tomaron parte en la lucha por la independencia de México, siendo uno de sus plecaros hijos el coronel Juan del Carmen, que nació en el poblado de Cuananchinicha, aproximadamente entre los años de 1760 a 1766.
No hay duda de que la valentía y el amor por esta tierra, son otras de las virtudes que caracterizan a la gente de este lugar, pues desde inicios de su formación, han quedado registrados hechos históricos mediante los cuales dan fe y testimonio de los grandes sacrificios físicos que se tuvieron que ofrendar para defender la tierra que los vio nacer.
Resaltaremos y centraremos nuestra atención en la figura de un personaje muy conocido en la región, un misterioso varón de aproximadamente 30 o 40 años, muy valeroso en su tiempo y amante de las causas justas, defensor de los pobres que lo rodeaban, pues él mismo era uno de ellos, un hombre que resaltó su figura ante los ojos del gran General Vicente Guerrero Saldaña a su paso por estas tierras surianas, a través de sus acciones en pro de buscar mejores condiciones de vida para los suyos, , su nombre: JUAN DEL CARMEN.
“La participación del coronel fue sobresaliente al lado de don Vicente Guerrero en el campamento conocido con el nombre de Campo Guerrero, [antes cerro de la concepción], en Xonacatlán de la región mixteca de nuestro actual estado.”
Las pocas crónicas sobre su vida hablan de un “hombre fuerte, fornido, valeroso y arriesgado,” de ahí la gran confianza que en él tenía depositada el general Vicente Guerrero. Su liderazgo fue tanto que incluso, llegó a merecer “el honor de ser nombrado el segundo teniente en las filas de la insurgencia” por lo cual llegaron a correr rumores entre los descendientes náhuatl que el espíritu del gran Cuauhtémoc que es el sol eterno de libertad y de heroísmo alimentaba el cuerpo del coronel Juan del Carmen.
Sobre su lugar de origen que según López Jiménez y González Dávila, es Guananchinicha o Cuananchinicha (actualmente Rancho Cuananchinicha), pero es en Xonacatlán, municipio de Alcozauca, Gro. (Montaña Alta) donde actualmente se encuentra sepultado, ya que sus últimos días los pasó en ese lugar al lado del general Vicente Guerrero en la lucha por la independencia de México. Los detalles más específicos lo abordaremos más adelante.
Referente a su nacimiento, el cronista Jaime López Jiménez, afirma que “el 22 de junio de 1790: este día nace en Guananchinicha, municipio de Tlacoachistlahuaca, gro. Juan del Carmen, lugarteniente de Vicente Guerrero,” pero el profesor Amado González Dávila nos dice que Juan del Carmen nació en el poblado de Cuananchinicha, aproximadamente entre los años de 1760 a 1766, en el supuesto caso de que hubiera tenido entre los 40 o 45 años cuando acompañó a Don Vicente Guerrero y es cuando el vigor de los hombres se halla en plena vigencia.
Las crónicas verbales hablan del coronel como un hombre muy valeroso, reacio y diestro para el uso de las armas durante la guerra de independencia, un hombre siempre motivado por derrocar a un gobierno que oprimía el yugo de su gente y por cual estaba dispuesto hasta dar su vida misma. Una de esas crónicas es la siguiente “Don Vicente Guerrero fatigó a los soldados con sus rápidas marchas y los venció en repetidos encuentros, y destacando en la vanguardia a su bravo teniente, el coronel Juan del Carmen le siguió de cerca con el resto de su tropa.” Este fue sin duda el momento donde el coronel puso a prueba su valor. Junto con Guerrero, Juan del Carmen recorrió el estado de un extremo a otro, pasando por puntos fortificados y guarnecidos por el enemigo para asistir al llamado del padre Morelos.
Las aventuras de lucha de este caudillo recién comenzaban pues también cuentan que más tarde recorrió don Juan del Carmen toda la sierra del Sur con su jefe hasta Ajuchitlán, cuenca de Mezcala, donde se encontraron con otro bravo lugarteniente: Montes de Oca. Con este insurgente recorrieron todo el pacífico hasta llegar a las proximidades de Acapulco. Donde tuvieron varios encuentros con la guarnición realista del puerto durante los primeros meses de 1816.
Los realistas tenían ya bien identificado a este gran hombre, pues era bien sabido que se trataba ni nada más ni menos que de la mano derecha de don Vicente Guerrero en esta región, un lugar muy bien ganado pues luchó hombro a hombro con sus soldados, siempre al frente de batalla. Entre sus numerosos recorridos, Juan del Carmen:
Asistió… al desastre de la Cañada de los Naranjos cuando pretendió obstruir el paso a Samaniego que venía de Huajuapan de Izúcar. Guerrero fue perseguido por los realistas y estuvo cercado hasta dos meses hasta que al fin decidió abandonar el lugar y dirigirse al pueblo de Azoyú, en la costa del Estado, donde logró rechazar los ataques de los comandantes Reguera y Zavala que operaban en esos sitios.
Se dice que es en este momento en que tratan de persuadir a Guerrero mediante su padre, para que depusiera las armas, “pero el general como buen patriota que era, se internó por la mixteca, disponiendo que su teniente Juan del Carmen ocupara Xonacatlán a mediados de febrero de 1817.”
En Xonacatlán Guerrero esperó a Lamadrid y a Samaniego quienes con un contingente de hombres de Oaxaca y Ometepec (siendo 2 000 aproximadamente) pusieron sitio al fuerte de Xonacatlán. El mismo Guerrero, en carta enviada a La Junta de Jaujilla desde Ajuchitlán, el 20 de junio de 1817, dice:” Pusieron los enemigos un asedio tan formal contra mi campo, que, aunque lo resistí por mucho tiempo, fue preciso ceder a la fuerza, abandonándoles la plaza, tanto por la escasez de víveres y agua, como por la falta de municiones que se consumieron, viéndonos a lo último forzados a hacer cortadillos de cuanto hierro y cobre teníamos. Emprendimos una retirada en orden el 30 de marzo, pero al romper la línea de circunvalación, se dispersó alguna tropa. No obstante, esto y en punto llamado Potladejo, reunidos más de quinientos hombres por sus armas, pero sin pertrechos, y además perseguidos por otras partidas, dividieron en trozos por diferentes direcciones para obrar como pudiesen.”
Y fue aquí donde el coronel Juan del Carmen, en los treinta días que duró el sitio, halló la muerte el valiente coronel Juan del Carmen. “Así terminó la vida de don Juan del Carmen, entregándola al servicio de la patria.”
Fuente Bibliográfica:
- Jaime López Jiménez. «En el correr de la historia. Efemérides y hechos notables.» Edit. D. R. 2014, PP. 168.
- Amado González Davila. «Monografia de Tlacoachistlahuaca. Con motivo del centenario de su vida política.» Impreso de 1000 ejemplares en papel bond. Año 1972. Pp. 90